La clave es generar un pensamiento crítico e interactivo hacia aquello que nos provoca y produce el mismo hecho sexual, no sólo desde la acción, sino desde la generación del deseo y la deconstrucción de lugares comunes que pueden llevar a un prejuzgamiento del disfrute sexual. Así ocurre, como es el caso, en países enraizados en culturas dónde religiones culpabilizadoras tienen todavía un poder latente, como es el caso de España, país dónde se ubica Bijoux Indiscrets.