Durante mucho tiempo ha existido Substack como alternativa a aquellas que querían crear contenidos un poco más largos, más densos, más del tipo blog y que además ofrece una típica suscrpción por email. Si no lo conoces pásate a echarle un ojo: https://substack.com.
Sus claves son:
- Vuelve a poner el foco en el contenido. Aquí lo que manda es lo que tienes que contar. Vamos, lo que viene siendo bloguear de toda la vida. Encontrarás algunos chulísimos de cualquier temática. Hay de todo.
- Da buen rollo eso de que puedas suscribirte sin problema para recibirlo por correo. Ya que el RSS tal vez no sea tan familiar, un correo vas a tener, así que te permiten que te llegue cada publicación al email.
- Un estudiado plan de generación de beneficio económico a través de tu contenido, pudiendo hacer que a la gente que le guste lo que escribes pague un pequeño (o gran monto). Como una especie de mecenazgo de tu contenido.
El problema: que no moderan ningún contenido, lo que ha hecho que pasen cosas nazis sin ningún problema. Y no, lo nazi no se deja pasar. Lo nazi se bloque, se arrincona y se le pasa el lanzallamas. Además, no está de más decir que esto viene de Silicon Valley, y de ahí no sale nada bueno.
Pero bueno, si te fijas, todo lo que he contado es un blog de toda la vida con posibilidad de suscripción por email. Y eso es lo que ha entendido perfectamente Rafa Font y puedes leer en el post que enlazo más arriba y que pone ejemplos como The Frame Lab que en lugar de usar WordPress usan Ghost, y tan ricamente.
Con este paso ganas en soberanía en términos absolutos y te encaminas a una comunicación mucho más libre, abierta y compartida.
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