La política se basa en la maestría en el discurso, lo que conocemos como diplomacia. En este ámbito, una doble negación no se entiende desde el silogismo de la afirmación, sino un ámbito intermedio y templado en el que no necesitamos aclarar nuestra posición. Por ello, Bolivia se merece mucha más claridad, así como una firme postura respecto a los derechos en Internet.