Comunicado de Radialistas Apasionadas y Apasionados
Qué pena que no sepa distinguir entre los compañeros y compañeras y los llunk’us.
Qué pena que toda crítica la interpreten como disidencia y traición a la patria.
Que a quien piensa distinto se le considere como vendido a la derecha y agente del imperio.
Qué pena que no aprendan de lo que ha pasado en Cuba y en Nicaragua y en Venezuela.
Que no entiendan que el culto a la personalidad del líder es un comportamiento colonial y patriarcal.
Qué pena que se invoque a la Pachamama para justificar el extractivismo.
Qué pena que no recuerden aquella sabia ironía de Galeano: somos poquitos, pero sectarios.
Se esperaba con gran interés (al menos por mi parte) que durante cinco días se pudiese conocer y aprender los puntos de vista de las cientos de personas comunicadoras de colectivos, organizaciones y espacios indígenas que llegaron hasta Cochabamba.
En este tipo de encuentros es muy común que renegemos con anterioridad pues ocurre que, si has asistido a uno, casi que has asistido a la mayoría. Es como si las Cumbres y Congresos contasen con un tipo de fórmula estándar en la que sales diciéndote a ti mismo: al menos conocí mucha gente valiosa. Y es verdad, pero también puede ser que aún no estemos sabiendo exigirle adecuadamente a nuestra realidad y romper con ciertas rigideces precocinadas en las formas de encontrarnos.
Esto, pero llevado a la sorna gubernamental boliviana, es lo que ha ocurrido en una Cumbre hecha por y para los pueblos indígenas pero cooptada por una representación gubernamental que, lejos de lograr una ansiada legitimación de imaginario indígena, ha causado un rechazo necesario ante el intento de acallar cualquier voz que rompiese el encantamiento. Así se puedes leer en la Declaración del espacio propio internacional de los pueblos en la denominada III Cumbre de Comunicación Continental de los Pueblos Indígenas del Abya Yala o un artículo desde Servindi que nos habla de la Cumbre secuestrada.
«El Ministerio de Comunicación de Bolivia ha cometido un error mayúsculo»
Entrevista a José Ignacio López por Los Tiempos
Pensar en una constancia, referente en saber hacer y criterio, desde la Comunicación Popular en Latinoamérica, nos lleva en muy poco tiempo a encontrarnos con el trabajo de la organización Radialistas Apasionadas y Apasionados de la que José Ignacio López Vigil forma parte. Es por ello que las palabras vertidas en una entrevista a Los Tiempos no gustaron mucho, como es de esperar ante cualquier crítica, y que además tuvieron repercusiones sobre las formas en que se gestionaron canales de comunicación de la Cumbre.
En este caso, desde el canal de WhatsApp que se creó con la finalidad de estar informado y comunicarse entre asistentes (sí, has leído bien, se usó una herramienta de una transnacional estadounidense que sabemos es mejor no usar en una Cumbre Indígena), la administración no dudó ni un momento en esgrimir el poder absoluto y expulsar a comunicadores que invitan a leer otras miradas a la Cumbre.
Hay aquí varias lecciones importantes a tomar en cuenta cuando hacemos una Cumbre o Congreso, o el encuentro abierto que se nos ocurra, y queremos poner en juego herramientas tecnológicas para la comunicación:
- Necesitamos netiquetas claras: esto nos va a permitir conocer qué podemos y no podemos hacer dentro de esta comunidad. Cómo debemos comportarnos, si la organización no quiere que se diga algo en particular, moderación en el lenguaje, etc.
- Llevar a cabo acciones tan autoritarias como la eliminación de un miembro sólo puede acabar en tragedia mediática. Si no tienes esa netiqueta previa, acciones de este tipo quedan enmarcadas dentro de un ejercicio de poder rancio y absolutista.
- Si abres un canal de comunicación participativo, se espera que existan respuestas a la comunidad. Si tomaste la decisión de expulsar a alguien, sólo puedes esperar que otros miembros te pregunten: ¿En qué basas tu decisión para esa expulsión? No responder ahonda todavía más la brecha de la soberbia de la decisión que tomaste.
En este sentido, la carta abierta que escribieron desde el Colectivo Voces Indígenas Urbanas, es un claro ejemplo de lo que ocurre cuando nuestras herramientas de comunicación no son gestionadas de manera democrática y ética, o al menos no aclarada su gestión de forma previa.
Aquí puedes leer la carta completa:
Declaración de Voces Indígenas Urbanas
Fuente: Facebook
CARTA ABIERTA A LOS ORGANIZADORES DE LA III CUMBRE CONTINENTAL DE COMUNICACIÓN INDIGENA
El equipo del programa radial “Voces Indígenas Urbanas”, recibió con mucho gusto y agrado la invitación que nos hicieron llegar para participar de la III CUMBRE CONTINENTAL DE COMUNICACIÓN INDIGENA, que se realizó en días pasados en Tiquipaya, Cochabamba. Hecho que siempre vamos a agradecer, dado que refleja la reputación que tiene nuestro programa radial, en todo el que hacer comunicacional indígena.
El programa radial “Voces Indígenas Urbanas”, nació y se fortaleció en uno de los momentos críticos de la institucionalidad representativa indígena a nivel nacional. A la vez, fue portavoz de sentimientos y propuestas acalladas. Contribuimos a visibilizar la presencia de la comunidad indígena urbana en Santa Cruz de la Sierra. El equipo está compuesto por comunicadores populares indígenas del pueblo Guarayo, Guarani, Chiquitano y Ayoreo.
Por otro lado. el trabajo que venimos realizando, hasta la fecha, es en un 90%, autofinanciado. Casi toda la producción del programa, es fruto del compromiso de cada uno de los miembros del equipo, para con sus respectivos pueblos.
Es en este sentido que, nos manifestamos para dar a conocer de manera pública nuestro rechazo y repudio a la actitud nada ética y profesional del compañero Rubén Cayaduro (todavía lo consideramos un compañero), Secretario de Comunicación de la CIDOB y; del administrador del grupo de whatsapp dela III Cumbre, el Sr. Roni Oyardo, de considerar nuestro trabajo como comunicadores populares, favorable al imperialismo norteamericano (nada más falso y desubicado). Por el simple hecho de entrevistar a Rafael Puente (ex viceministro de la anterior gestión del régimen del MAS) y postear en el mencionado grupo de whatsapp, un artículo que publicó el diario Los Tiempos de Cochabamba, sobre la percepción del desarrollo de la III Cumbre Continental, del radialista José Ignacio Vigil, invitado por los organizadores de la actividad en cuestión. Todo lo expuesto anteriormente, fue el motivo para la expulsión de nuestro compañero JOSE CHUVE MENGARI del grupo de whatsapp de la III Cumbre.
Reprochamos ese hecho que va contra todo principio comunicacional y, nos sentimos afectados de sobremanera con esa actitud nada democrática, pues entorpece todo proceso de construir el verdadero Estado Plurinacional.
Damos todo nuestro apoyo y solidaridad a nuestro compañero José Chuvé, por esa muestra de intolerancia al trabajo humilde y tesonero que venimos realizando qué, como miembros del equipo del programa radial “Voces Indígenas Urbanas”, sentimos todo ese atropello. Considerando que, como indígenas, debemos apoyarnos para comunicar las desigualdades e injusticias sociales que nuestros pueblos hermanos, son víctimas todos los días.
Saludamos el intento de unificar el movimiento de comunicadores indígenas a nivel continental, pero, rechazamos de manera categórica, todas acciones y actitudes que no contribuyen al análisis y reflexión de la problemática indígena. Porque, en el intento de plantear soluciones, esas acciones y actitudes, las ahogan en el intento. Y los que se llevan la peor parte, son todas aquellas personas desamparadas “minoritarias” inconsultas, que en muchas situaciones, viven en condiciones de pobreza extrema.
Nuestro rol de comunicadores populares, es y será: interpelar y cuestionar a toda autoridad de los diferentes niveles de gobierno. Y en el mismo sentido, a nuestros dirigentes y dirigentas que dicen representarnos. Pese a este atropello, seguimos firmes para seguir creciendo como comunicadores indígenas, con el programa de los jóvenes, único en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, con el firme compromiso de manifestar nuestra situación actual en la que vivimos.
Entiéndase la COMUNICACIÓN como un DERECHO que se ejerce, y no que se mendiga, para parafrasear lo que dijo José Ignacio Vigil, en la testera de la III Cumbre Continental en Tiquipaya, el jueves 17 de noviembre. Razón por la cual, nos manifestamos públicamente y retomamos el principio que maneja el hermano pueblo guaraní: el ser IYAMBAE, es decir, SIN DUEÑOS NI PATRONES.
Atte. El equipo del programa radial “Voces Indígenas Urbanas”
Santa Cruz de la Sierra, 21 de noviembre de 2016.
SOBRE LA SOBERANÍA Y DESAFÍOS TECNOLÓGICOS
Uno de los ocho ejes planteados en la Cumbre versaba sobre un tema fundamental que he tratado mucho en este blog, pero que me parece de mayor pertinencia aún sobre el rol que juega en los pueblos indígenas: la soberanía y desafío tecnológico.
La mesa tuvo algunas luces y sombras que me parece interesante analizar:
- La amplia asistencia de mujeres fue algo que de primeras se agradece ya que la temática suele ser ocupada en su mayoría por hombres, y más aún, con hombres con ideas que no siempre incluyen una visión integradora desde el género (véase por el ejemplo el tema de acceso a las tecnologías digitales en igualdad de condiciones para niñas y niños).
- Me atrevería a decir que en un 90% la asistencia fue de participantes de Bolivia (no cuento con las estadísticas para el caso) aunque de una gran diversidad de procedencia en cuanto a las comunidades y departamentos. Del mismo modo la media de edad debería rondar los 45-50 años, algo bastante curioso.
- La coordinación de la mesa fue lenta, sin rumbo claro, y con problemas para establecer una metodología dinámica más allá de las tradicionales preguntas de ¿qué es para ti la soberanía?. Por un lado es agradable poder escuchar opiniones de aquellas personas a las que difícilmente puedes acceder en tu cotidiano, ya que no provienen de la ciudad o no suelen ocupar otros espacios de debate. Esto me lleva a pensar cómo nos volvemos excesivamente homogéneos a la hora de elegir nuestros espacios. Es una pena que aún sea complejo el imaginarnos a muchas de las personas asistentes a este encuentro en un HackMeeting, y realmente, serían de las participaciones más valiosas que podrían darse ahí. La problemática surge cuando finalmente acabamos hablándonos entre nosotras, aquellas personas que entienden y quieren promover una resignificación de las tecnologías con una mirada crítica hacia el pasado pero constructiva hacia el futuro. Está bien, es un lindo club de amigas sin duda.
- La riqueza de las participaciones se pierde en un inexistente timeline olvidado, o lo que es lo mismo, necesitamos nuevas y originales formas de registro y sistematización. Pude escuchar intervenciones realmente interesantes, llenas de matices en el acento y la expresión no verbal. Mujeres y hombres venidos de comunidades rurales quienes probablemente usen la lengua española muy poco en su cotidiano y aquí hayan realizado un agradecido esfuerzo por explicarse ante la audiencia. Esto queda, al final, plasmado en unas breves líneas en un papelógrafo que lleva en sí las esperanzas de muchos para que quede reflejado de la mejor manera en el documento final.
- No había Internet. Esto, más allá de una carencia técnica en la organización de la Cumbre, no deja de ser un símbolo de la importancia que se le da a esta herramienta para comunicarnos, compartir, co-crear y participar, ya no de la discusión sino incluso de la creación misma de esa sistematización que hubiese podido ser viva.
- La verdad nos acabará asfixiando. Y es que, si bien en la mesa no se notó una intervención exhaustiva de los entes gubernamentales como sí lo hice en las líneas generales de la Cumbre, la persistencia en un discurso sobre la pérdida del referendum por culpa de las mentiras circulantes en las redes sociales nos coloca en una diatriba compleja. Hoy se habla mucho de posverdad aunque poco se recuerda de las técnicas clásicas de propaganda. El hecho es que mientras demonizamos a las herramientas alejamos cada vez más del debate la posibilidad de entablar espacios válidos de formación en lectura informativa, o en último caso, de aceptar que sencillamente, hoy, accedemos a ver de forma mucho más clara que somos mucha gente en el mundo y que cada uno piensa de formas que nada tienen que ver con nuestros intereses. Al fin y al cabo es algo que vemos que está ocurriendo en contextos muy diversos, como ahora mismo el Parlamento Europeo contra medios rusos.
A continuación puedes leer, primero el documento inicial de trabajo para la mesa 6. Una maravilla excepto por esa afirmación final en la que dice que el software libre es difícil de manejar y que no acabo de creerme del todo. El segundo es la declaración final de la Cumbre en el que recomiendo ir al final del todo, leer las conclusiones de la mesa 6, y echar un ojo a las otras. ¿Notan algo diferente? A eso me refería.
En definitiva creo que si queremos trabajar en una aproximación comunicativa a la soberanía tecnológica nos queda un largo camino por recorrer en el que debemos abrir mucho más nuestros espacios, ocupar los de extraños, sistematizar abierta y colaborativamente, utilizar tecnologías colaborativas y también y no menor, conocer qué cosas pasan a nuestro alrededor, en nuestros barrios, ciudades, comunidades. A veces tenemos más cerca de lo que pensamos gente con muchas ideas para compartir desafíos tecnológicos.
EJE 6 – LA SOBERANIA Y DESAFIO TECNOLOGICO PARA LOS PUEBLOS INDIGENAS DEL CONTINENTE ABYA YALA
DECLARACIÓN FINAL DE LA III CUMBRE
PD: sería genial que para la próxima Cumbre en el pie de la web se pudiese pensar sobre la importancia de la Cultura Libre como construcción social y no un lapidario «© 2016 III Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala. Todos los Derechos Reservados.»